Tanto las exportaciones como las importaciones tienen una tendencia creciente para los próximos años, lo mismo ocurrirá con la concentración del sector.

Las perspectivas de inversiones futuras, sobre todo las relacionadas con capacidad instalada estarán vinculadas, entre otros factores, con la evolución de la disponibilidad de materia prima, poniendo énfasis principalmente en el desarrollo de la hidrovía.

La demanda evolucionará en mayor medida hacia ciertos nichos de mercado relacionados con el concepto de vida sana (girasol puro), más que hacia incrementos de volúmen físico, y la competencia aumentará en vista de la estabilidad del mercado hogar y la lucha de importantes empresas por mejorar su rentabilidad sobre la base de una mayor diversificación y desarrollo de productos.

Con relación al mercado interno, desde hace unos años se está manifestando una revitalización del aceite de girasol, a partir de nuevos envases y nuevas presentaciones, lo cual impulsa hacia un crecimiento superior al de años anteriores. En este mismo mercado, la clave para los competidores va a estar centrada en la estrategia seguida por las empresas para mantener o incrementar la cuota de participación ante el aumento de rivalidad, especialmente en el marco de la economía local.